Modernización de la DT: un desafío de datos, calidad y procesos

 
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Esta columna fue escrita junto a Antonio Díaz-Araujo, Gerente General de Unholster.

El presidente Piñera anunció en su reciente Agenda “anti abusos y por un trato digno y justo” la incorporación de tecnología digital en la Dirección del Trabajo, con el propósito de mejorar la relación entre los trabajadores y esta institución. Esto una muy buena noticia en su titular. Es importante ahora pensar estratégicamente ¿en que se quiere modernizar? Es necesario mejorar la relación no solo del trabajador con la DT sino también del empleador. Muchos quieren cumplir con la ley y ahí la tecnología podría ayudar. Si se hace bien.

Tecnología no es mágica, requiere objetivos, datos, usuarios y procesos que la soporten sino no funciona. No abordar lo anterior es ponerse una venda en los ojos respecto de la realidad tecnológica y de por que fallan los proyectos de software. Un objetivo debería ser simplificarle la vida en términos de cumplir lo que rige la ley. Tanto para trabajadores como empleadores. El libro de asistencia es una institución que cumplió su ciclo. Aunque muchas empresas ya tienen registro electrónico del horario, la gran mayoría, especialmente las Pymes no lo tienen. La DT debería ofrecer una solución gratis, código abierto, para que las empresas puedan pasarse del registro del papel del horario al registro electrónico. El beneficio para los trabajadores y empresa seria gigante y después la fiscalización para la DT mas automática, que revisar los libros a mano.  

La DT se relaciona mucho con las empresas y con los trabajadores, pero cuando tiene que contactar a un trabajador por una fiscalización y quiere ir a verlo a su casa, ¿que dirección usa? ¿La que entrega en su declaración de impuestos?, y si la persona está exenta, ¿la DT va a usar la dirección que ingresó la persona en el Servel? Suena una buena idea, pero que hace con los casi 400 mil ruts –según información del Servel- que no están asociados a ningún domicilio. Si el Estado pudo crear la clave única, un bonito desafío seria crear la dirección única, y todos los servicios usando la misma. Tendría un impacto no solo en el mundo laboral, por que ahora se donde notificar a la persona que no ha pagado la cotización de sus trabajadores, sino también en otras áreas como las elecciones, evitando que gente se cambie de distrito inventando direcciones.

A contar de nuestra experiencia, modelos de gestión tecnológica con malos datos, sin considerar los diferentes tipos de usuario, con una visión de corto plazo resultan en productos muy mediocres. Los datos son la clave para tomar decisiones más precisas e informadas, pero datos de calidad son fruto de un proceso de calidad. La lógica hoy en día es de sacar el robot del humano y hacer que el robot haga las partes del proceso que son repetitivas, no agregan valor al proceso y transforman los sistemas en enemigos tanto de la organización como de los usuarios. Construir plataformas que mejoren tanto la calidad de vida de los colaboradores de la DT como del publico es parte esencial de la reforma que se debe buscar.  

Un Estado que se orienta a la data conlleva una cultura organizacional que debe evolucionar. Es decir, preocuparse de cómo se recoge, almacena, transforma y se usa. Aquí es clave desarrollar las habilidades correctas, pues sostener la decisión estratégica de transformarse en un Estado con eficacia tecnológica en pro de una calidad de atención y de vida de quienes rodean esa plataforma, implica educar a quienes quieren sacar adelante este desafío con liderazgo y talento.